A la profesora María Castellano Arroyo la echamos mucho de menos porque ha sido un faro para guiar con sabiduría, honestidad, valores ciudadanos y profesionales a generaciones de médicos y de especialistas en Medicina del Trabajo que se han formado bajo su influencia. Hablar de aspectos humanos y profesionales de la profesora María Castellano Arroyo es hablar de una persona excepcional, de las que nacen muy pocas en cada generación. Sus brillantes trayectorias académica, investigadora y profesional, junto a su calidad humana, su capacidad de afrontamiento de los golpes más duros que la vida puede dar a una persona, su actitud ejemplar de vida cristiana, en el sentido de haber sido un ejemplo de coherencia y de vida, todo ello la ha hecho ser muy apreciada y muy querida en vida y que ahora honremos su memoria.

La especialidad de Medicina del Trabajo le debe mucho a María Castellano. Ella puso en marcha las Escuelas de Medicina del Trabajo de las Universidades de Granada y Zaragoza; más adelante, desde la Comisión Nacional de la Especialidad contribuyó a pasar la formación MIR de Medicina del Trabajo del régimen de alumnado al régimen de residencia, así como a la integración en las Unidades Docentes de Medicina del Trabajo dependientes del Sistema Nacional de Salud en cada Comunidad Autónoma, y a consolidar el sistema de formación. María siempre hacía fácil lo más difícil.

Han sido numerosos los merecidos premios, distinciones y reconocimientos que ha cosechado a lo largo de su carrera, de los que destacaría algunos de ellos.

En primer lugar, por lo entrañable, en febrero de 2020 en Madrid, la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo, en el XI Congreso Español de Medicina y Enfermería del Trabajo, le tributó un caluroso y sentido homenaje a su labor en pro de la especialidad, en el que, además, impartió la conferencia inaugural con el título “La medicina, ciencia y arte también en medicina del trabajo”.

En su tierra, Andalucía, Jaén y Granada, fue distinguida por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía con la Medalla de Andalucía 2020 de las Ciencias Sociales y las Letras, como reconocimiento a los méritos, acciones y servicios excepcionales realizados por ella desde su trabajo y acción científica.

También se dio su nombre al Programa María Castellano Arroyo, dirigido a médicos residentes que les permita orientar su esfuerzo y dedicación hacia la asistencia, investigación y la docencia, para conseguir la acreditación como profesor universitario con vinculación clínica al Sistema Sanitario Público de Andalucía.

Pocas personas generan tanto acuerdo como María en reconocer su valía, por eso sentimos tanto su pérdida, porque se nos ha ido una referencia profesional y humana, y una amiga.

Sirvan estas líneas como testimonio de gratitud. A María no la olvidaremos nunca.

Juan Luis Cabanillas Moruno
Secretario General Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo AEEMT